Baracoa
´Cortesillo´ y la ciudad española más antigua en Cuba.
Texto y fotos Felix Hinz (septiembre 2008)
Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa está situada en el este de Cuba y tiene un acceso difícil, pues una gran cresta le separa del resto de la isla. Este antiguo puerto le sirvió de inspiración a Gabriel García Márquez para su novela “Cien años de soledad”. Al fondo domina la llamativa silueta de la Mesa Yunque Panorama, que Colón describiera claramente desde su primer viaje.
Hernán Cortés llegó aquí en 1511 junto con Diego Velázquez, y fueron parte de los primeros españoles en la isla que fue llamada “Juana” (por Juana ´la loca´) y posteriormente Fernandina (en honor a Fernando el Católico). La isla fue “pacificada” por Pánfilo de Narváez con sólo 15 ballesteros y algunos arcabuceros. Durante esta conquista, Cortés participó como soldado, aunque no se conoce bien lo que hizo, sin embargo, aquí comenzó su carrera como empleado y secretario de Don Diego Velázquez.
... Velázquez
Debido a su formación en la Universidad de Salamanca, fue de gran ayuda para Velázquez, quien le dio una propiedad en Cuavanacan en el río Duaba, donde “Cortesillo” (como se le conocía entonces), junto con Francisco Dávila e indígenas Taínos buscaron oro con éxito: era rico. Velázquez le confió a Cortés la importante tarea de calcular el Quinto Real del oro obtenido en Cuba, por lo que Cortés supuestamente construyó la primera fundición y posteriormente el primer hospital de Cuba.
El Río Duaba
Cortés se asoció con Juan Suárez en una Encomienda (poder otorgado sobre un determinado número de indios) en Baracoa y se casó – después de algunas complicaciones – con una de sus hermanas: Catalina Suárez. Esto le vinculo mas estrechamente con Velázquez, quien también tenía relación con otra hermana de Juan Suárez. Durante los siguiente años Cortés trabajó como notario, pastor y agricultor. Logró pacificar su país (el vivía ya en la ciudad por supuesto!), y según López de Gómara casi perece ahogado en “Bocas de Bany”, aunque el sitio exacto no ha podido ser identificado, tal vez el nombre del río debe haber cambiado. Cortés fue rescatado por algunos Taínos quienes escucharon sus gritos de ayuda.
El puerto viejo de Baracoa
Debido a la situación desfavorable que prevalecía en Baracoa, el gobernador Diego Velázquez decidió trasladar en 1515 la sede de su gobierno (porque no se le puede considerar aún una capital) a la mas accesible ciudad de Santiago. Cortés lo siguió y luego se convirtió en alcalde de la ciudad, este nombramiento le daba además funciones de comandante en jefe y magistrado (es de interés mencionar que la palabra alcalde es musulmana, y de ahí se deriva también la palabra “Al Qaeda” que tiene relación con el derecho y el poder).
Pero ¿qué pudimos ver de aquellos tiempos en nuestra visita por Baracoa? – Cuando visitamos el sitio en agosto de 2008, el historiador de la ciudad, el Dr. Alejandro Hartmann Matos nos fue de gran ayuda, pues organizó un programa intensivo de dos días en los que visitamos el río Duaba y los principales lugares españoles y Taínos. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerle una vez mas por su valiosa colaboración en nuestro viaje!.
El Dr. Hartmann y el conductor Carlito en una de las pocas coches de Baracoa
Resulta fascinante el que Colón se haya quedado varios días en el río Yumuri, donde pusiera cruces de madera para marcar los sitios que visitó. Solo una de estas cruces sobrevive, y puede verse actualmente en la catedral de Baracoa (desgraciadamente en malas condiciones). La primer “capital” también fue el primer asiento del obispado de Cuba. Cortés no solo vio la cruz, sino aparentemente fue otro mas de los que cortó un pedazo de la madera “santa” para usarla como talismán. Por esta razón, la cruz tuvo que ser reforzada con hojas de metal dorado.
La cruz de Colón (1492)
Lo primero que hicieron los españoles al mando de Velázquez fue cazar al cacique Hatuey que había sobrevivido a la matanza organizada por los españoles en La Hispaniola. En ese entonces también vivían ahí los indígenas Taínos. Hatuey escapó en una balsa a la zona oriental de Cuba y desde ahí organizó la resistencia contra Velázquez. Sin embargo poco mas tarde moriría quemado en una pira en Baracoa, lo que seguramente atestiguó Cortés. Hoy se puede ver el busto del príncipe en la plaza principal de la ciudad. La leyenda dice que se le había concedido una muerte sin dolor si aceptaba el bautismo, pero al preguntársele si aceptaba esta fe, él contestó que si los españoles al morir iban al cielo, a él no le gustaría compartir un lugar con gente que hace ese tipo de cosas. (Esta historia ha sobrevivido a partir de Fray Bartolomé de Las Casas, quien fue uno de los primeros españoles que junto con Velázquez y Cortés llegaron a la isla y vivía, en consecuencia, en Baracoa. Fue uno de los muy pocos escritores que conocieron personalmente a Cortés, aunque esto no es considerado lo suficiente por los críticos de las polémicas que después surgirían entre Las Casas y Cortés.)
Los documentos de la época, al menos en Baracoa (¿tal vez en la Habana?) se encuentran en muy mal estado debido al calor y la humedad. Sin embargo, junto con el Dr. Hartmann tuve la oportunidad de visitar el Río Duaba, que sirvió de central financiera para la Conquista. En sus orillas todavía viven algunos Tainos (descendientes de los indios de las encomiendas de Cortés, por así decirlo) y el sitio está lleno de restos arqueológicos, lo que indica que existía una alta densidad de población, particularmente en el estero. El sitio se llama Duaba-Toa y es el sitio arqueológico Taíno mas grande de Cuba, por lo que según el juicio de Las Casas, Cortés había recibido de Velázquez una de las mejores áreas del lugar.
El Dr. Hartmann al sitio arqueológico de Duaba-Toa
El Dr. Hartmann, nació en Baracoa, y es un profesional en el conocimiento del entorno y ha examinado varios artefactos del sitio. Entre ellos esta muestra de un peso usado por los Taínos para pescar en el estero.
Somergidor de red para pescar, cultura Taino, Duaba-Toa
También me presentó a una importante personalidad que todavía vive ahí: Carmen, una respetada curandera y sacerdotisa de los Tainos.
De las casas que existieron en Baracoa de 1511 a 1518 no queda nada, pues todavía no las construían de piedra. Muy probablemente los españoles hacían que los Taínos les construyeran sus casas de una manera simple pero útil, con estructuras de troncos y hojas de palma para crear un mejor clima que el que de puede alcanzar con tecnología moderna. Sin embargo, es posible que la traza de la ciudad siga siendo la antigua y eso ya es suficientemente fascinante. La catedral se encuentra en el sitio en el que se construyó la primera iglesia y la ciudad cubre el área entre la bahía y el puerto. Todo debe haberse visto poco español: la comida típica era sopa de tortuga, pan de mandioca, pericos e iguanas; y en las cuevas por encima de la ciudad, descansan los restos de los aristócratas Taínos que fueron descubiertos recientemente. Para quien esté interesado en esta cultura poco investigada, sin duda debe visitar el nuevo museo de arqueología y dejarse llevar por el Dr. Hartmann a una de estas cuevas.
La bahía de Baracoa
Solo por la ardua tarea de llegar y salir del lugar, se puede entender cómo deben haberse sentido limitados los españoles en Baracoa, a pesar de su hermoso entorno natural. Como lo diría después el conquistador de México: “Uno no cruzó el Atlántico para convertirse en granjero!”. Cortés había encontrado oro ya y era rico, había logrado mas que la mayoría del resto de los españoles en las Indias. Si hubiese entonces muerto por alguna enfermedad (y estaba enfermo constantemente en sus primeros años en el Nuevo Mundo), nadie lo hubiese recordado. Pero él quería en principio algo más que el oro. Y esto es algo que lo hace interesante.
Lit.: Hartmann Matos, Alejandro: Baracoa. Un paraíso cubano. (España) 2000